Discurso del flamante presidente denota su desconocimiento del sector minero-energético, señalan expertos. Consejeros del mandatario serían en su gran mayoría personajes relacionados con la pequeña minería del sur del país.
l anuncio más resaltante del presidente Pedro Castillo en lo tocante al sector -minero energético en su esperado mensaje a la Nación, fue su decisión de implementar el criterio de rentabilidad social en los proyectos de inversión. “Si un proyecto no tiene rentabilidad social, simplemente no va”, dijo.
Fue un asunto del cual habló largo y tendido, a diferencia de otros tópicos que marcaron su campaña presidencial como el gas de Camisea, el gasoducto surperuano o el impuesto a las sobre-ganancias mineras. ¿A qué se debe este olvido? ¿Y qué se desprende del mensaje presidencial en minería e hidrocarburos?
De acuerdo a especialistas consultados por Día1, el discurso del presidente Castillo se quedó en la generalidad.
“En lo particular, pensaba que iba a hacer una referencia explícita al impuesto a las sobre-ganancias mineras, un tópico que está detallado en el Plan Bicentenario. Es una pérdida de oportunidad porque era un anuncio cantado para mí”, señala Epifanio Baca, economista principal del colectivo Propuesta Ciudadana.
Por el contrario, el mandatario solo hizo referencia a la renegociación de los contratos de estabilidad tributaria, una figura que no es muy relevante en minería porque solo existen cinco empresas con ese tipo de contrato.
El resto – más de 1.000 empresas – no se rige por este mecanismo, razón por la cual no hay nada que renegociar con ellas, precisa Baca.
“Mi sensación es que el presidente no tiene una información precisa del sector energía y minas, que le diga cómo funcionan estos contratos en el sector extractivo”, apunta.
Del mismo modo, Carlos Gálvez, ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), considera que el discurso del presidente Castillo brilló por su desconocimiento del sector.
“Por ejemplo, cuando habla de rentabilidad social, es fácil advertir que no conoce el aporte tributario de la minería ni el impulso directo e indirecto de la mano de obra que generan los proyectos mineros, ni su nivel de innovación y transferencia tecnológica”, anota.